Enfrentar la ruta con respeto

A pesar de lo que suele opinar el imaginario colectivo, la mayor cantidad de siniestros graves se concentra durante el fin de semana. Es que, según las estadísticas del análisis de los más de cuatro mil siniestros de tránsito con víctimas fatales o lesionados graves relevados por el Departamento de Seguridad Vial de Cesvi Argentina, el 36% de los choques ocurre los días sábados y domingos, cuando quizás no tenemos tanta presión por llegar ni la obligación de cumplir horarios. A su vez, el 77% sucede en rutas nacionales y provinciales de doble mano. “La maniobra de sobrepaso es la más peligrosa y, a la vez, la principal causa de siniestros graves en las rutas de nuestro país”, asegura Hernán de Jorge, vocero de Seguridad Vial de CESVI Argentina, mientras refuerza otro concepto clave, el de las luces bajas siempre encendidas. “Independientemente del momento del día, garantizan una buena visibilidad para los vehículos que vienen de la mano contraria”.

Cuando salimos a la ruta con la familia, lo primero que debemos tener en cuenta es que el auto que conducimos no es el mismo que manejamos a diario en solitario por las autopistas y calles de la ciudad. El peso de los acompañantes y el baúl cargado harán que el comportamiento dinámico del coche sea totalmente distinto. Acelerar y frenar será diferente y esto es clave al momento de hacer un sobrepaso.

Volviendo a los datos estadísticos, el 68% de las colisiones en ruta ocurre en una recta y casi la mitad son de tipo frontal. Para muchos, el adelantarse a un camión es el momento más estresante de conducir en ruta y lo cierto es que no es sencillo sobrepasar a un convoy. Por eso, la Agencia Nacional de Seguridad Vial ha dispuesto una restricción a la circulación de camiones de gran porte para cuando se produzca el mayor movimiento turístico en las próximas Pascuas: la veda de camiones será entre las 18 y las 24 horas del miércoles 27 y jueves 28 de marzo, y del martes 2 de abril. Desde que comenzó a implementarse esta medida restrictiva durante los fines de semana largos hace tres años, los siniestros que involucran vehículos de gran porte, se redujeron en un 70%. Sin embargo, el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Felipe Rodriguez Laguens, aseguró que "necesitamos de la gente; no podemos poner un agente en cada auto. Son los propios conductores los que tienen que tomar conciencia del riesgo que implica cometer una infracción de tránsito".

A pesar de quitarse de circulación a la mayor parte de las moles de más 3,5 toneladas, hay varios transportes esenciales, como frigoríficos, cisternas de combustibles y de animales vivos, que deben y pueden seguir transitando las rutas. Además, se incrementa en estas fechas la cantidad de micros de larga distancia.

Código precavido
Al momento de hacer un sobrepaso hay que estar preparado y tomar todas las precauciones: primero, constatar que no haya línea amarilla (ni doble, ni del lado de nuestro carril), ni estemos próximos a una lomada que no nos permita tener una vista larga del tránsito que se pueda aproximar por la mano contraria.

Antes de invadir el carril contrario, es necesario anticipar la maniobra con la luz de giro izquierda. Dicen que la vieja publicidad de una automotriz generó la confusión entre “los códigos” entre camiones y automovilistas. Aunque parezca descortés, no confíen cuando otros conductores les hagan señas de que pueden avanzar, confirmenlo por ustedes mismos y si no están seguros, no inicien el adelantamiento y señalen con la luz de giro derecho que retornan a su carril.

Para hacer un adelantamiento seguro, no es recomendable estar pegado al coche de adelante, sino que es mejor tener una larga distancia para tener un mejor ángulo de visión y un recorrido más amplio para acelerar y sobrepasar a una velocidad constante. Cuando ya podemos ver al vehículo que sobrepasamos en el espejo retrovisor central, estamos preparados para poner la luz de giro derecha y comenzar la maniobra de retorno al carril.

Más allá de que se tomen todas las precauciones, también puede pasar que haya que reaccionar rápidamente ante los errores de otros automovilistas. Si viene un coche de contramano por nuestro carril haciendo un sobrepaso y no tiene espacio para retornar a su carril, deberemos rápidamente analizar nuestra vía de escape hacia la banquina derecha: ¿hay zanjón o árboles? ¿El préstamo es de tierra, pasto o arena? El 41% de los choques sucede en esta situación de invasión de carril y, lamentablemente, gran cantidad de las colisiones frontales se dan en la banquina, ya fuera de la traza.

No hay que jugar al gallito ciego. No sirve de nada encender las luces altas ni acodarse sobre la bocina, sólo generaremos mayor tensión y se puede encandilar al coche que viene hacia nosotros. Lo que es preciso hacer es bajar la velocidad, correrse a la banquina derecha y si fuese necesario, incluso tirar nuestro coche al parquizado en una maniobra suave, sosteniendo firme el volante. Sí, se va romper el auto y podemos golpearnos –por eso es indispensable que todos los ocupantes lleven los cinturones de seguridad y los pequeños, en el asiento de atrás, estén sujetos a la sillitas que correspondan para su edad-, pero las consecuencias serán mucho menos graves que las de una colisión de frente contra otro vehículo.

También debemos estar atentos si advertimos que un conductor intempestivo viene por detrás nuestro y se pega demasiado a nuestro coche. La distancia de frenado recomendable es de cinco segundos, dependiendo del estado de la calzada. Lo que podemos hacer es acariciar el freno para advertirle que debe tomar mayor distancia y si persiste en una cercanía peligrosa, cuando no haya tránsito de frente por la contramano, poner la luz de giro y movernos hacia la derecha para brindarle paso. Es mejor que él y el peligro se alejen.

El error de la gente es que se anima más a salir a la ruta creyendo que, por la menor cantidad de autos circundantes, es menos peligrosa. No tienen conciencia de sus dificultades. Es importante conocer los códigos del adelantamiento que es el momento más complicado y estresante en las rutas. Por eso es preciso no exigirse y frenar si uno está cansado”, explican desde la escuela de manejo Oscar.
La conducción defensiva consiste no sólo en respetar las normas –como las velocidades máximas permitidas para cada tipo de vehículo-, sino saber anticipar el peligro y esquivarlo aprendiendo a interpretar las ‘señales’ que dan los demás. *El autor es periodista especializado en seguridad vial. Desde hace 10 años informa el estado del tránsito en radio en el programa de radio “El Exprimidor”; Rock&Pop, Metro, Blue y online en ControlDeTransito.com.ar. Miembro fundador de la Asociación de Periodistas de Tránsito y Transporte de la Argentina